Nada de Eso

Como decirle a la noche, que no vuelvas de repente, que en mis sueños desaparezcas como incandescente recuerdo. Sabes bien que te transformas en Sueños de papel donde escribo envuelto en lagrimas por cada sueño. Tal vez no lo pensé, pero aquellas palabras sencillas fueron dagas que mataron al no saber decirlas en el momento adecuado. Quizás el silencio hubiera sido lo mejor y tapar el lodoso pasado con tu sonrisa. En realidad un nuevo tiempo llego con tu mirada y un nuevo tiempo se acabó de profunda y oculta reverencia.
 Elegantemente fuimos tú y yo, en un frió que no tuvo ni comienzo ni final. Así escribo esta canción, desnudando la razón equivocadamente. Ahogo lo que vi, lo que veo y lo que no volveré a ver. Imagino que deshojando los pensamientos puedo sentir tu respiración, puedo tenerte aunque sea en esos instantes que la mente te recuerda. Y ahora como lejana y silente te ocultas tras tus libros y notas que desaparecen año tras año. Sombras que desaparecen, en una humilde mirada, una brisa de tu aroma que deja tu perfume pero permanece en tu sangre. Bellas miradas que reflejan tus ojos aunque no son los tuyos pero dan tu mirada. Así que tocas el centro de mi corazón, aunque sea un despojo de lo que van dejando los días. Otra vida, otros sueños, y aun en un mismo camino. Gracias al Señor, que lo hace todo perfecto, nuestro propósito es un brillo para bailarlo cuando nos damos cuenta que todo va más allá de nuestra existencia. Ese es nuestra unión, ese es nuestro gran amor que nunca morirá. ...Aunque no compartamos el mismo espacio.