Las escaleras no conducen al cielo
Mi Dios, hoy entrego mis segundos, mis horas y mis días a tu gracia, lo que quieras de mi hazlo, me humillo ante ti y Oro de rodillas para adorarte y alabarte, entregó mis manos y lo que llevan consigo, escritos inigualables para un sin fin de etapas de mi vida, cada uno marca un proceso a este llamado y renacer de este hombre , un renacer en una concepción inigualable, donde el reconocimiento de amarte y de mi salvador profundamente clavado está en mi corazón con miles de llaves de amor para que cada una me dijera algo si mi entorno pecaminoso pidiera permiso para entrar, el además tiene un ángel de Dios en la entradita de las malas cosechas, entrego además mis armonías celestiales creadas en composiciones alucinantes, miles de ellas aun no parte de este mundo pero inspiraciones para el momento en que las viví, Me despojo para ti además Señor de mi corazón, el te pertenece. Dame vida en este mundo solo para saber que sigo vivo para estar aquí en la tierra solo para ti, dejare mis razo